A la hora de redactar tu CV de estudiante debes enfocarte en la formación antes que en la escasa experiencia que puedas tener, y complementaremos esa formación con los objetivos profesionales que tenemos a la hora de presentarnos a esa vacante. Aunque hay pequeñas diferencias según para qué redactes el currículum -no es lo mismo un CV para un empleo que un CV para una beca o unas prácticas-, es muy importante que tú tengas claros tus objetivos. Por eso, debes reflexionar sobre la razón por la que quieres ese empleo.
Cómo poner los objetivos en el CV de estudiante
Mostrar interés por la oferta es imprescindible. Solo así el reclutador podrá relacionar tu interés y objetivos con la vacante que ofrecen, ya sea un puesto de trabajo convencional o una beca. Aquí hay que mantener un equilibrio entre expresar interés y hacer demasiado la pelota a la empresa. Eso sí, hay que tener en cuenta que contamos con un espacio limitado, ya que no deberíamos dedicar más de 5 o 6 líneas a esta cuestión, y hay otros aspectos en los que deberíamos fijarnos a la hora de incluir los objetivos profesionales en el currículum.
Hay que ser sinceros y explicar por qué queremos ese puesto de trabajo, por qué hemos decidido enviar nuestro currículum a esa empresa. Para ello, como bien sabrás, tienes que adaptar cada CV que envíes a la oferta de trabajo y a la empresa. No es lo mismo estar estudiando y enviar el CV a una gran empresa del sector que a una pequeña compañía, no puedes tener el mismo objetivo en ambos casos, sino que lo adaptaremos a la idiosincrasia del destinatario. El objetivo también cambia de una beca a un empleo de verano o a uno más a largo plazo.
Uno de los aspectos clave a la hora de redactar los objetivos profesionales en el currículum es explicar a la empresa qué podemos ofrecerle. Muchos candidatos, y los estudiantes no son ninguna excepción, se centran en lo que esperan de la empresa, pero si hablamos de los objetivos del CV hay que especificarle al reclutador cómo podemos sumar gracias a nuestra motivación, formación y conocimientos. Si cuentas con experiencia previa que pueda aportar a la empresa puedes aprovechar y hablar de ella brevemente en los objetivos.
Centrarse en los objetivos propios es un error bastante habitual que los reclutadores están cansados de ver, aunque el currículum sea una forma personal de presentarse. Quizá estemos ante el punto del CV donde el candidato debe centrarse más en la empresa que en sí mismo, de ahí que sean tan importante destacar cómo puedes trabajar junto a la empresa para lograr esos objetivos y lo que le ofrecerás a cambio.
Redactar un currículum nunca es fácil, y menos si eres un estudiante con poca experiencia. En este escenario, es habitual recurrir a las frases hechas y expresiones que están más que amortizadas, lo que puede jugar en nuestra contra. Los reclutadores siempre agradecen la originalidad, así que evita el uso de esas fórmulas tan vistas y que tan poco aportan. El reclutador sabe que quieres crecer en la empresa y aportar tus conocimientos sobre el tema -los de la empresa serán superiores en el 99% de los casos-, así que intenta ser original por muy complicado que sea.
Por muy complicado que te parezca, trata de hacerlo simple. Con citar un objetivo principal debería ser más que suficiente, el reclutador ya sabrá por donde quieres enfocar tu trayectoria. Si quieres profundizar sobre ese objetivo o incluir metas secundarias, puedes adjuntar una carta de presentación al currículum donde expongas con más detalle tanto los objetivos como otras cuestiones, pero en el CV debes ser breve y conciso.