Un título es una frase corta capaz de atraer la atención de un empleador potencial. Con el título justo podrá conocer tus principales cualidades asociadas al puesto sin necesidad de leerse el documento completo. Por supuesto, esto implica que el título debe ser específico para el puesto de trabajo al que aspires con cada currículum. Por ello, si no sabes cómo ponerle un título a tu CV que impacte, hoy estás de suerte. Sigue leyendo.
Índice
Características que debe cumplir el título de tu CV
Debe ser claro y debe indicar tu principal competencia profesional. Esto incluye, por ejemplo, tu campo de trabajo. Sin embargo, también en qué te has centrado en tu carrera profesional.
1. Un CV personalizado gana puntos
Hay que tener cuidado con adecuar el título al puesto. Un título que sea vago o que no se corresponda con lo que el empleador busca será rechazado automáticamente. Sin embargo, si se hace bien puede ser la clave para destacar sobre otros CV.
Un recurso muy recomendado es descargar una buena plantilla de CV. Por lo general, estas –con sus diseños– lograrán ser directas, potentes y efectivas. Si cuentas con modelos personalizado de currículum, se multiplicará tu visibilidad.
2. No te enrolles, sé conciso
La longitud no debe ser mayor a una línea. Piensa en ello como el titular de un periódico: debe atraer el interés sintetizando lo más importante que va a contener el CV. Recuerda que, igual que un titular, debe adaptarse a lo que el lector quiere leer. Si vas a optar a varios puestos, escribe un título adaptado para cada uno de tus potenciales empleadores.
Algunos ejemplos serían: «Ingeniero de energías con experiencia en energías renovables». Claro, con la titulación y explicando tu enfoque personal para destacarte sobre esas otras personas.
También puedes incluir las responsabilidades que consideras que se asemejan más a las que pueden pedirte que asumas en tu nuevo puesto.
3. No hay que forzarse aponer un título
A veces no es necesario poner título. Otras veces puede ser limitante. Por ejemplo, si tienes una amplia carrera profesional y centrarte en un solo puesto o experiencia puede dejar fuera información importante. En estos casos, un título podría conllevar un rechazo prematuro al quedar fuera información del CV que el reclutador podría considerar relevante para el puesto.
El título no debe limitarse a decir aquello que tienen otros. Debe detallar aquello por lo que tú eres más indicado que la competencia. Si, tras valorar la necesidad de un título en tu CV, decides incluirlo, recuerda crear uno para cada potencial empleador. Para saber si lo necesitas, comprueba qué modelos de CV se utilizan en tu campo de trabajo. Puedes obtener una plantilla que se asemeje a currículums de ese ámbito laboral para saber si es conveniente que lo incluyas.
4. Actualiza el título periódicamente
Con cada nuevo puesto, con un ascenso, con una nueva responsabilidad… debes adaptar el título. No exageres los cambios de competencias poco relevantes. Valora los cambios antes de incluirlos o descartarlos. Si no, podrías perder oportunidades de trabajo para las que has ganado experiencia posteriormente a la creación de tu título.
5. Palabras clave
Dale al empleador las palabras que quiere. Escribe lo que esperas que quiera leer, destacándote del resto sin necesidad de mirar todo tu currículum. Por ejemplo, tu título universitario y el campo de especialidad.
6. Visibilidad
La cabecera de un currículum suele incluir los datos personales, por lo que el título no va a ocupar la primera línea del CV. Por ello, debes elegir una distribución correcta, pero a su vez no desplazar otros elementos básicos de cualquier currículum. Debe ser capaz de encontrar el título con un vistazo.
Cómo ves, no es mu complicado lo de incluir un título a tu CV ni tampoco necesario. Por ello, reflexiona sobre ello y saca tus propias conclusiones. Ten en cuenta a quién va dirigido y así sabrás qué es lo mejor.